sábado, 31 de diciembre de 2011

2012: Año bisiesto (Historia de los entresijos del calendario actual)

El año en el que estamos a punto de entrar, 2012, será bisiesto, una particularidad que acontece cada cuatro años y que viene a corregir las diferencias en el calendario, ya que en realidad cada año tiene 365 días y 6 horas, y con ello se evita que las fechas astronómicas y cronológicas dejen de coincidir.
La colocación de los años bisiestos, uno de cada cuatro años, fue implantado por Dionisio 'El Pequeño', un monje de Turquía que en torno al año 200 de nuestra era halló la diferencia entre lo que contaba el calendario juliano y la realidad, y por el que si ese desajuste no se corregía, en el plazo de 500 a 600 años el solsticio de verano podría suceder en el solsticio de invierno y viceversa.
De este modo, el año bisiesto (cuando febrero tiene 29 días en lugar de los habituales 28) viene a corregir el hecho de que cada año tiene seis horas que no se contabilizan y que se suman cada cuatro años formando un nuevo día y, por ende, un año de 366 días recuperando el tiempo perdido.
Destacar que Dionisio 'El pequeño' observó que para que todas las fechas coincidieran en el tiempo, era preciso que febrero tuviera un día más, para hacer realidad esas seis horas de más que no se cuentan el resto de los años.
De no existir el año bisiesto, entre las consecuencias más dramáticas, los seres humanos no podrían seguir el ciclo de la naturaleza, ya que, por ejemplo, la floración de las plantas reventaría en lo que conocemos como verano cronológico. Además, el hecho de que ese día de más se añada en febrero se debe a que el cómputo que se realiza depende del solsticio de invierno y de la distancia de la luna respecto a la Tierra.
El año bisiesto arregló, pues, los desperfectos que había, aunque todavía quedan unas pequeñas diferencias que, en un año o lustro no se aprecian, pero que se notan a largo plazo. De hecho, los científicos corrigen y regulan estas décimas de segundo tanto en los relojes como en los calendarios.
Es a Dionisio 'El pequeño' a quien se deben las dataciones que rigen en la actualidad ya que el calendario juliano, además, tenía un error de tres años en el cómputo general por el que, de hecho, Jesucristo podría haber nacido tres años antes o tres años después.
Y qué sería de esas fiestas litúrgicas (algunas no cambian de fecha pero otras) que son movibles y que dependen de las lunas, como el Carnaval o la Semana Santa.
Respecto a las creencias populares, antiguamente se decía que los niños que nacían en años bisiestos eran personas especiales, con poderes, o que podían ser curanderos.

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